El impacto de la violencia desatada por la organización criminal “Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cantera” (FARC) sigue dejando su marca en Puerto Rico. Varios miembros de este grupo, conocidos por su historial de actividades delictivas, enfrentan nuevas acusaciones relacionadas con asesinatos ocurridos en el 2022 en Santurce y Bayamón.
Entre los acusados se encuentran Christopher Julio (Big Boy) Cordero Soto, de 25 años, residente de la barriada Las Monjas en Hato Rey, y Edward Caleb (Pelotero) Johnson Rodríguez, de 22 años, vecino de Santurce. Ambos enfrentan cargos por el secuestro, tortura y asesinato a balazos del adolescente Clariel Joriel de Jesús Maldonado, de 15 años, quien vivía en Villa Palmeras. Este joven fue hallado muerto en el Boulevard Buenos Aires, en Santurce, el 18 de mayo de 2022.
La investigación, dirigida por agentes de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, estuvo a cargo del sargento Arnaldo Ruiz y la teniente Idamaris Morales.
Por otro lado, la Fiscalía también presentará cargos contra otros cuatro integrantes de la FARC vinculados al asesinato de Julián Rodríguez Millán, ocurrido el 24 de febrero de 2022. Rodríguez Millán fue secuestrado en el Residencial Alambra en Bayamón y su cuerpo baleado fue encontrado en el sector El Punto del barrio Santa Olaya.
Los acusados en este caso son:
- Yanzie Vázquez González
- Ezequiel Olivo Bidot, actualmente recluido en la cárcel federal en Guaynabo
- Joel Ayala Velázquez, preso en una cárcel federal en Miami
- Jonathan Prado Torres, conocido como “Chayanne”
La investigación de este crimen estuvo bajo la supervisión del teniente José A. Bonilla Ruiz, con la agente Vivian Acevedo Jiménez y el sargento Julio Figueroa Hernández liderando el trabajo de campo. La fiscal Mónica Pérez estará a cargo de los nuevos cargos.
Cabe recordar que el FBI inició el desmantelamiento de Las FARC en febrero del 2019, cuando acusaron a 75 miembros de la organización liderada por Vladimir Natera Abreu. Sin embargo, los recientes casos demuestran que el legado de violencia de esta organización continúa afectando a la isla.
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