Madrugada sangrienta en Caguas: Dos hombres fueron ejecutados a tiros en un apartamento de la calle 2 en la urbanización Villa Universitaria, que una de las víctimas había alquilado recientemente.
UNO DE LOS OCISOS HABÍA SIDO ACUSADO POR VIOLENCIA DOMÉSTICA
Uno de los ejecutados fue identificado como Jorge Luis Massa Toro, de 25 años, residente de Caguas, quien apenas días antes había sido arrestado y acusado por violencia doméstica. El 31 de enero, Massa Toro fue detenido y al día siguiente enfrentó cargos en su contra.
Luego de ser puesto en libertad con grillete electrónico, las autoridades le impusieron la condición de vivir a media hora de distancia de la mujer a la que supuestamente agredió. Fue en ese proceso que alquiló el apartamento donde finalmente fue acribillado a tiros.
LA SEGUNDA VÍCTIMA ERA UN IMPUTADO FEDERAL
El segundo occiso fue identificado como Eliezer Valdés Ramírez, de 29 años, residente del sector Villa Esperanza, en Caguas. Según fuentes, Valdés Ramírez estaba bajo fianza federal tras haber sido acusado en agosto pasado.
¿UN AJUSTE DE CUENTAS? MASSA ERA “LA TARJETA” QUE BUSCABAN LOS SICARIOS
Informantes de Xposed Magazine aseguran que el blanco principal del ataque era Massa Toro, quien manejaba grandes sumas de dinero dentro de organizaciones de narcotráfico en Gurabo y Caguas.
Fuentes cercanas a la calle afirman que “El Compa” —como se le conocía en el bajo mundo— financiaba estructuras criminales y lavaba dinero a través de negocios locales. También se dice que invertía en la carrera del artista urbano Blackini, lo que ha generado especulaciones sobre cómo movía el dinero dentro de la industria musical.
FOTO DE MASSA CUANDO EMPEZO EN EL BAJO MUNDO
BLACKINI EN EL OJO DEL HURACÁN: ¿AYUDÓ A “SETEARLO”?
Las conexiones entre Massa Toro y el reguetonero Blackini podrían ser clave en este crimen.
De acuerdo con informantes de Xposed, Blackini no solo recibía dinero de Massa para su carrera, sino que también pudo haber participado en su entrega. Se habla en la calle de que el cantante habría ayudado a “setearlo”, es decir, dar información sobre su ubicación o movimientos para que los sicarios pudieran ejecutar el ataque.
Esta información aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades, pero en el bajo mundo los rumores apuntan a una traición dentro de su propio círculo.
TIROS A QUEMARROPA: NO HUBO CHANCE DE ESCAPE
El asesinato ocurrió con una ejecución al estilo del narcotráfico, con disparos certeros que no dejaron margen de error. Autoridades investigan si los sicarios tenían información precisa sobre los movimientos de las víctimas, lo que sugiere una posible entrega o traición dentro del mismo círculo criminal.
El Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas sigue recopilando pruebas en la escena. Se espera que en las próximas horas surjan más detalles sobre los responsables de la masacre.
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ALIAS BLACKINI
